Cada día que pasa el asombro de
la gente sobre los escándalos políticos recoge nuevas palabras del diccionario…
no es para menos. No hay grupo político que no tenga ya un “apellido” puesto
por la policía o el/la juez de instrucción correspondiente. Por otro lado, en
estos días estivales, pasamos horas de calor sentados ante el televisor mirando
programas donde los mismos valores que nos escandalizan en los políticos,
sirven para llenar minutos en TV y contabilizar dinero en publicidad que paga
porque veamos como una chica desnuda es rociada de chocolate y se invita a sus
compañeros de programa a chuparle el cuerpo; o como un señor musculado calvo al
lado de una presentadora aflautada reavivan brasa entre familias, o se insultan
sin más durante casi dos horas.
No es nuevo. Pero siguen teniendo
audiencia. Nosotros, somos la audiencia, no son los demás. En un lado se critica
lo que se hace con el dinero de todos, pero mientras el dinero sea privado, de
cadenas de ropa o de comida basura, es
lícito que se pague por poner en público
el “valor” de la prostitución o el “valor” del las calumnias o el “valor” del
desprecio… por eso seguimos sentados, mientras hace calor. Luego nos vamos de
cañas y repasamos El Mundo para decir “vaya pandilla de sinvergüenzas…..”No
podemos esperar que los políticos tengan diferentes valores a los tiene la
propia sociedad. Empecemos por ver qué hacemos nosotros…..mientras hace calor.
